Ya pasaron el ataque del miedo como un abrazo mortal; la sorpresa de un dolor inmensurable; la rabiosa estupefacción; el ruido a trizas del proyecto en común; la despedida al compañero.
Ya fue la oscura desolación.
Ya fue la oscura desolación.
Ahora es una mujer habitada de su ausencia y amputada de su presencia.
Ahora es la soledad en el centro mismo de la encrucijada.
Ahora es la soledad en el centro mismo de la encrucijada.
Ahí están sus hijos, esperando.
Allá están ellos, esperando.
Acá estamos nosotros, los unos y los otros, esperando.
Y ella, sola con el poder.
Llorará esa mujer, encerrada en el baño, mirando en el espejo como el rimmel de sus pestañas se licúa en esa imágen trágica de la autocompasión?
Llorará hasta la madrugada humedeciendo la almohada sin la huella de su cabeza?
Llorará besando el cuello de sus camisas, buscándole el perfume, el olor, el recuerdo?
Llorará con sollozos de niña, con suspiros, hipos y toses, amedrentada por la desesperanza?
Me he encontrado preguntándome, enmujerada, mientras yo también espero: podrá con su poder llorar, como hubiera llorado yo?.
no me fiaría yo...
ResponderEliminarEn elaboración de su duelo será la mano lenta del tiempo su más fiel compañera, como bien sabemos.
ResponderEliminarPodrá llorar y podrá reír, es ley de vida.
Un gran abrazo
No lo se mi amiga, y también me lo pregunto.
ResponderEliminarLo que si se, es que lo que no llore ahora, lo llorará mañana.
Me ha parecido que no se ha dado el tiempo... sin duda por algo soy una simple, muy simple mortal.
Madre... Admirada.
ResponderEliminarLo que hará es una incógnita. Incluso eso.
ResponderEliminarUn saludo.
El instinto me dice que lo que hará, no se será lo mismo que demostrará...
ResponderEliminarY me parece que hay tanto ingrediente en la licuadora, que el producto será eso, un mix indefinible.
Pero sí veremos las consecuencias, claro...
Beso.
me he topado con tu blog, lo he ojeado y me ha cogido un pellizco en el alma. voy a verlo más detenidamente, pero demomento...¡te sigo!
ResponderEliminarSupongo que llorará... o lo sentirá a su manera... al fin y al cabo en su pecho también habita un corazón... y podrá con su poder hasta que pueda... o la puedan... lo del poder ya es otra cosa... el poder antepone los intereses a todo lo demás y es poco cortés; y quienes lo pretenden no guardan ni se aguardan a los duelos ni rinden pleitesía a los dolientes.
ResponderEliminarBesos.
maravillosa entrada. nostalgica.
ResponderEliminarbesos